Hoy se me ha roto un candelabro de cristal.
Intentaba limpiarle la cera adherida por el método de sumergirlo en agua hirviendo y no ha soportado el cambio de temperatura.
Más bien debería decir que no ha soportado la velocidad a la que se ha producido ese cambio de temperatura. Querido y listillo lector, puedes ahorrarte el “ya te lo dije” porque ya me lo dijo Cristina: «ya te lo dije».
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