Sobre el piano la partitura de Y sin embargo te quiero de Quintero, León y Quiroga.
Papeles amontonados.
Desorden.
Cuando me vaya de aquí, voy a echar de menos ese muro de ladrillo amarillo, el pruno, ese trozo de cielo. Sólo unos pocos elementos tiene el cuadro que se ve al otro lado de la ventana enrejada. Desde aquí te escribo.
Ese cuadro es ahora lo más cotidiano del mundo, tanto que casi no lo veo.
Los humanos, cuando llevamos mucho tiempo moviéndonos en el mismo paisaje, lo perdemos de vista. Nos ocurre con los paisajes y también con las personas, que cuando están muy cerca, durante mucho tiempo, dejamos de verlas.
Los expertos lo llaman Síndrome de Hipermetropía Cognitiva (CHS según sus siglas en inglés). Dejamos de ver lo que conocemos, deja de interesarnos. Si ya lo conocemos ¿para qué nos iba a hacer falta descubrirlo otra vez? parece decirnos nuestro cerebro. El problema es que, si se agudiza, puede desembocar en un cuadro sintomático parecido al autismo. O, peor, la indolencia.
¿Cómo evitarlo?
Hay un tratamiento que consiste en no recordar, requiere entrenamiento y disciplina diarios.
Otro es una operación quirúrgica consistente en realizar unas incisiones en el area del cerebro conocida como Hipocampo de Korpuchy, sólo la hacen en tres hospitales en todo el mundo. Es carísima y bastante peligrosa, si al cirujano se le va la mano puedes acabar el resto de tus días con el nombre y la dirección escritos en un papel en el bolsillo de la chaqueta. Está bien olvidar, pero tampoco es eso, digo yo.
La tercera, tiene un efecto limitado en el tiempo, es sencilla y está al alcance de todos: cambiar de paisaje de vez en cuando.
En eso estamos.
¿Qué es a7manos? La imagen es de Mariarchi
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Comentarios
Una respuesta a «Cambiar de paisaje»
por eso me compro ropa constantemente, me cambio de corte de cabello y de color, asi mi marido se cree que esta con una chica nueva cada tres meses.
creo que ha resultado… pero se me acaba el presupuesto.