Llevo ya unas cuantas noches tocando en Finca La Fronda, un pequeño refugio en la Sierra de Aracena para los amantes de la naturaleza y las cosas sencillas y hermosas.
Piano y voz.
Es una experiencia nueva esto de enfrentarme sin compañía a una hora y pico canciones. Algunas mías, otras de los grandes: Cole Porter, Gershwin, Rodgers & Hart, Irving Berlin... canciones que duermen en nuestra memoria, en cómodos lechos. Y cuando despiertan nos dan alegría, nos transportan, a cada uno a un sitio distinto. Aparte de Perversa y los americanos, cae algún cantautor de aquí, algún bolero, alguna copla…
Entre el público algunos reincidentes, que vienen a traer cariño renovado, a dsfrutar con premeditación y alevosía, que se las saben y las tararean por lo bajini. La mayoría nuevos, gente que pasa, ingleses, alemanes, holandeses, finlandeses, murcianos… cada uno de su padre y de su madre, pero con algo en común: que se dejan atrapar en esa tela de araña que tejen las canciones. Canciones, nada más que canciones. Nada más y nada menos.
Y como me va bien y el dueño del garito está encantado lo seguiremos haciendo, en principio hasta final de año. Por si os apetece incluirlo en vuestra agenda.
Comentarios
Una respuesta a «Piano y voz»
Lo mágico perdura.