Como las cigarras

Las puertas y las ventanas están abiertas toda la mañana, antes de que el sol alcance el poderío y lo aplaste todo. Los olores y los sonidos del cuasi jardín, y ese fresquito estimulante acompañan el primer café. Sin azúcar. Sin azúcar el café, sin azúcar el jardin, y la vida también sin azúcar, casi. Desde hace ya mucho tiempo: sin azúcar. Las cosas de la edad. Si a los 20 el peligro está en los accidentes, a los 50 está en el azúcar.

Es verano y yo me hago viejo.

Terminada la misión de la crianza ando buscando una nueva cruzada. Sin cruzada no somos nada, los humanos necesitamos “cruzar” algo, lo que sea, Cada edad ha de tener su misión. Yo no sé cuál es la mía ahora, pero estoy en ello. Porque pienso que la contemplación, del universo que me rodea, sus circunstancias, sus jardines, sus azúcares, la contemplación gozosa, en si misma no se puede considerar cruzada. Porque no hay resistencia, no hay pelea, no hay dolor.

Cenando Canciones en Finca La Fronda

Canto, esa es mi misión.

Saco la voz que he tenido guardada. Que he enseñado durante tantos años con prevención, con pudor, con recato, como enseñan otras las piernas. Eres tu voz y tus circunstancias y muy poco más. Bueno, y tus piernas, claro.

Ah, ya sé.: leo.

Pero leer es en gran medida contemplar. Por eso no cuenta.

Leo, contemplo, me he licenciado en criar, no le pongo azúcar a la vida… al menos es verano.

Y, como las cigarras, canto.

¿Y qué?

y-que-4

Y qué si a media noche me desvelo
y no encuentro el vaso en la mesilla,
se burlan sinuosas las cortinas,
me asaltan los terrores a degüello.

Y qué si no despierta mi fortuna,
si todo el chocolate está escondido,
no fue lo que pudo haber sido,
pido una caña y no me ponen aceitunas.

Yo tengo un talismán de color rubio,
un sol hecho de soles de juguete.
Yo tengo una canica de la suerte,
yo tengo una nube que me llueve.

Y qué si dan las doce y calabaza,
si en vez de dos corceles son ratones.
Y qué si dije par y salen nones,
si todas las aguas son de borrajas.

Y qué si mañana no amanece
y qué si me persiguen los olvidos,
no me lo cogen los amigos
y qué si los enanos me crecen.

Yo tengo un talismán de color rubio
un sol hecho de soles de juguete
yo tengo una canica de la suerte
yo tengo una nube que me llueve

Y qué si mis sueños naufragaron
en los mares de arena del destino
y mis juventudes se largaron
con uno que tenía más gigantes
y menos molinos.

Celebrando

2015-10-14 10.44.56Mira ese tipo que espera el tren ¿lo ves?

Sabe que todo puede ir peor.

Que después de muchos trenes hay un último tren. Y ese tren no mola nada. No porque sea diferente, sino porque es el último.

Me consuela pensar en la muerte, me gusta. Sólo los muertos están rigurosamente incapacitados para pensar en la muerte. En gran parte por eso es por lo que me da placer. Así que, jódete muerte, que te pienso.

Ayer me invitaron a una fiesta.

—¿Es tu cumpleaños?

—No

—Entonces ¿qué se celebra?

—Que estamos vivos ¿te parece poco?

Corrió el vino, la comida sencilla puesta con cariño, sonó la música… Hacer correr el vino, comer y compartir unas canciones son cosas muy sencillas para las que los muertos están rigurosamente incapacitados. Así que, durante unas horas puedo asegurar que estuvimos bien vivos.

Vivos y coleando,

Vivos y celebrando.

Que estábamos vivos.

Piano y voz

cenando-canciones

Llevo ya unas cuantas noches tocando en Finca La Fronda, un pequeño refugio en la Sierra de Aracena para los amantes de la naturaleza y las cosas sencillas y hermosas.

Piano y voz.

Es una experiencia nueva esto de enfrentarme sin compañía a una hora y pico canciones. Algunas mías, otras de los grandes: Cole Porter, Gershwin, Rodgers & Hart, Irving Berlin... canciones que duermen en nuestra memoria, en cómodos lechos. Y cuando despiertan nos dan alegría, nos transportan, a cada uno a un sitio distinto. Aparte de Perversa y los americanos, cae algún cantautor de aquí, algún bolero, alguna copla…

Entre el público algunos reincidentes, que vienen a traer cariño renovado, a dsfrutar con premeditación y alevosía, que se las saben y las tararean por lo bajini. La mayoría nuevos, gente que pasa, ingleses, alemanes, holandeses, finlandeses, murcianos… cada uno de su padre y de su madre, pero con algo en común: que se dejan atrapar en esa tela de araña que tejen las canciones. Canciones, nada más que canciones. Nada más y nada menos.

Y como me va bien y el dueño del garito está encantado lo seguiremos haciendo, en principio hasta final de año. Por si os apetece incluirlo en vuestra agenda.

Canciones II

Canciones-II

Hay mañanas que me levanto con la indolencia de un chillout, así, medio newage.

Luego va pasando el día y, si me toca rencoroso, me pongo tango, si no, me quedo balada italiana. Meloso.

A medio día suelo estar ya pop de los ´80.

Es al llegar la media tarde cuando o bien rock´n´roll de los ´60 o bien swing con solera.

Al atardecer busco las voces de las mujeres negras, su terciopelo, su morbo, su ternura, me dejo llevar del soul al easyjazz o viceversa.

—Paso de lencería y de artificios, dijo, quítame toda la ropa y deja que me bañe la luz que entra de la calle. Y las notas del Crazy de Patsy Cline.


¿Qué es a7manos? La imagen es de Aris Wells


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Canciones I

Canciones-I

Ella dijo: me gustaría que me quisieran como quieres en tus canciones.

Me quedé un instante mudo, como las cuerdas de una guitarra sin tensar.

Al rato, sin estar todavía afinado, contesté:

¿Como en las estrofas o como en los estribillos?


¿Qué es a7manos? La imagen es de Aris Wells


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