Marco tu número de téléfono. Contestas.
—¿Diga?
—Desde que me dijiste que no tenía posibilidades han pasado ¿15 días? Y en este tiempo no te he llamado ni te he puesto mensajes.
No dices nada.
—Casi no me he acordado. No está mal, digo yo. Pero hoy, ahora… recaigo. Está bien, me permito esta debilidad y luego sigo olvidándote silenciosamente ¿vale?.
—Vale
Cuelgo el teléfono sin prisa.
Uf, mucho mejor.
¿Qué es a7manos? La imagen es de Mariarchi
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Comentarios
3 respuestas a «Teléfono»
…y el amor más.
El desamor nos hace debiles
Esto es la epidemia del desamor