Cosas que le pasan a este farandulero cuando NO está en el escenario


—Me apetece estar contigo mañana —dijo ella.

—Malditos tiempos verbales —pensé yo.

Se va el bus. Se van en él el conductor, tres noctámbulos de Moratalaz y algunos de mis sueños recogidos en una falda tubo y un suéter de cuello vuelto. Girarán un rato por Madrid y acabarán en la cochera. Los sueños siempre acaban en la cochera. Los noctámbulos no, esos se bajan antes. Y ella, supongo, Y el conductor… ese tampoco, ese se va a su casa, que le están esperando.

A mí no.

A ti tampoco.

Pienso en aquel viejo poeta indecente y tierno, Bukowski. Mientras alineo mis pasos por la cuesta abajo. Pie derecho, pie izquierdo, pie derecho. pie izquierdo. Estoy tan desobediente esta noche, y tan cabreado, que quiero saltarme hasta la regla que impone que no se puede caminar si no es con ese orden por los siglos de los siglos.

Tropiezo, por listo, y casi me dejo los dientes en un banco. El suelo huele a pis.

Está frío. Y muy duro.

Ya es mañana.

¿Le apetecerá estar conmigo hoy?

Malditos tiempos verbales.


Comentarios

Una respuesta a «Tiempos»

  1. Avatar de Iguazú
    Iguazú

    – Mamá, ¿cuándo comeremos pan de hoy?
    – Mañana, hijo, mañana…