Etiqueta: micro relato
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El candelabro
Hoy se me ha roto un candelabro de cristal. Estaba limpiándole la cera por el método de sumergirlo en agua hirviendo y al sacarlo no ha resistido el cambio de temperatura y se ha hecho añicos. Me he quedado un poco patidifuso, no me lo esperaba. Cosas de la Física, supongo.
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Violencia en la Cabalgata
Sí, ya sé que en el post anterior me mostraba reacio, poco empático con los fastos navideños, pero en el último momento he decidido asistir a la cabalgata. Con renovado fervor. Yo si me pongo, me pongo.
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Vieja china en el zapato
Yo soy rockero cascabelero. No tanto en lo musical. En lo musical, tú lo sabes: me va más el swing, la chanson, el bolero. Soy rockero en lo vital. De natural me cuestiono las normas, me opongo, me rebelo, desobedezco; me sale así, y eso es muy rockero, casi punk.
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De Dios y las lagartijas
Los humanos somos unos bichitos muy presuntuosos. Con mucha retórica, mucha labia, encantados de habernos conocido y situarnos a nosotros mismos en todas las cúspides de todas las pirámides posibles. Pero al final somos carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, como las lagartijas. Dios debe ser ateo, como yo. Es lógico que sea así. Porque, si…
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75% de agua
Dicen que estamos hechos en un 75% de agua, como promedio. Yo hay días que llego al 80% e incluso al 90%. No tengo una prueba científica pero me lo noto. ¿Quién puede saber mejor que uno mismo cuánta agua es?
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Mi amante andrógina
Hasta que ella llegó, yo había abusado de las formas esféricas. Mujeres formadas por varios planetas empastados. Tetas, culos, muslos, caderas… diosas de la fertilidad, unas más paleolíticas, otras menos, venus en ambas versiones con y sin espejo.
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Evolución
Una hormiga cae desde cien veces su estatura y no le pasa nada, un humano se cae desde el equivalente a dos veces su altura y se pasa un mes sin poderse mover. Y nos jactamos de ser el no va más de la evolución.
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Mi amante aritmética
Antes de conocerla yo suponía que el pragmatismo y el romanticismo estaban reñidos, ahora tengo pruebas concluyentes de que no sólo están reñidos: son incompatibles.
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Insignificancia
No nos preparan en la escuela para la intrascendencia. Todo es «vas a aprender mucho, a hacerte mayor, a encontrar un trabajo, a tener una familia… Tú eres el protagonista de tu propia vida» Uf. Que no digo yo que ese cuento no se cumpla en muchos casos. pero en otros no.
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Forzando el ángulo
Siempre me ha gustado mirarme en el espejo y ver un hombre bueno. El baño es un lugar muy íntimo y uno se ve como le da la gana. Por ejemplo, algunos días, llevado de la euforia, me veía
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Mi amante entomóloga
Estábamos tumbados en una cama, una que no era suya ni mía. Mirando al techo, era un después pero ninguno de los dos fumábamos.
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Mi amante pentatónica
Era una mujer sencilla, sin vericuetos ni tensiones, familiar, popular, iba de frente. De las doce notas en las que sonamos la matoría de los humanos, ella había elegído sólo cinco, tenía cinco notas nada más, y se diría que le bastaban: era mi amante pentatónica.
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Mi amante histriónica
Sólo de recordarla ya me sale una sonrisa, un entusiasmo, un fervor, unas ganas de aplaudir. ¡Bravo, bravissimo!
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Mi amante caústica
No era baja, no era alta, no era intensa, no era parca, no era sosa, pero era caústica.